Estados Unidos está activamente posicionándose en el campo de la inteligencia artificial, construyendo un ecosistema nacional de IA a través de una serie de medidas estratégicas. A nivel gubernamental, la inversión en Intel a través de la ley CHIPS ha demostrado el apoyo a la fabricación de chips local. Al mismo tiempo, la colaboración entre empresas privadas también se está profundizando.
Intel y NVIDIA han alcanzado un acuerdo de inversión por valor de 5,000 millones de dólares, donde ambas partes colaborarán en el empaquetado de chips y la computación heterogénea, lo que podría impulsar avances en el rendimiento del hardware de IA. OpenAI, como líder en el campo de la IA, no solo adquiere recursos de computación en la nube a gran escala de Oracle, sino que también colabora con NVIDIA para desplegar infraestructura de IA a nivel de 10 GW. Además, el acuerdo de compra de GPU de 6 GW firmado con AMD refleja su atención hacia una cadena de suministro diversificada.
Este modelo guiado por el gobierno y liderado por empresas está formando una cadena industrial de IA estrechamente colaborativa. Desde el diseño y fabricación de chips hasta la infraestructura de computación en la nube, y el desarrollo y aplicación de modelos de IA, Estados Unidos está construyendo un ecosistema de IA integral. Esto no solo beneficia la competitividad del país en el campo de la IA, sino que también sentará las bases para la innovación tecnológica y el crecimiento económico en el futuro.
Sin embargo, esta alta concentración de recursos también ha generado algunas preocupaciones. Problemas como el monopolio del mercado y las barreras tecnológicas pueden afectar el desarrollo saludable a largo plazo de la industria. Por lo tanto, cómo impulsar el progreso tecnológico al mismo tiempo que se mantiene la apertura y la competitividad del mercado será un desafío importante para la estrategia de IA de Estados Unidos.
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Estados Unidos está activamente posicionándose en el campo de la inteligencia artificial, construyendo un ecosistema nacional de IA a través de una serie de medidas estratégicas. A nivel gubernamental, la inversión en Intel a través de la ley CHIPS ha demostrado el apoyo a la fabricación de chips local. Al mismo tiempo, la colaboración entre empresas privadas también se está profundizando.
Intel y NVIDIA han alcanzado un acuerdo de inversión por valor de 5,000 millones de dólares, donde ambas partes colaborarán en el empaquetado de chips y la computación heterogénea, lo que podría impulsar avances en el rendimiento del hardware de IA. OpenAI, como líder en el campo de la IA, no solo adquiere recursos de computación en la nube a gran escala de Oracle, sino que también colabora con NVIDIA para desplegar infraestructura de IA a nivel de 10 GW. Además, el acuerdo de compra de GPU de 6 GW firmado con AMD refleja su atención hacia una cadena de suministro diversificada.
Este modelo guiado por el gobierno y liderado por empresas está formando una cadena industrial de IA estrechamente colaborativa. Desde el diseño y fabricación de chips hasta la infraestructura de computación en la nube, y el desarrollo y aplicación de modelos de IA, Estados Unidos está construyendo un ecosistema de IA integral. Esto no solo beneficia la competitividad del país en el campo de la IA, sino que también sentará las bases para la innovación tecnológica y el crecimiento económico en el futuro.
Sin embargo, esta alta concentración de recursos también ha generado algunas preocupaciones. Problemas como el monopolio del mercado y las barreras tecnológicas pueden afectar el desarrollo saludable a largo plazo de la industria. Por lo tanto, cómo impulsar el progreso tecnológico al mismo tiempo que se mantiene la apertura y la competitividad del mercado será un desafío importante para la estrategia de IA de Estados Unidos.