En un giro sorprendente, el gobierno de EE. UU. ahora posee el 9% de Intel. Convirtieron $8.87 mil millones en subvenciones de la Ley CHIPS en acciones. Cosas locas.
Los accionistas están en una montaña rusa. La dilución alcanza el 8.9%, incluso más con los $2 mil millones de Softbank. ¿Dinero fácil? No tan rápido. Esto tomó a todos por sorpresa.
Las ventas globales de Intel podrían verse afectadas. Algunos países podrían ponerse nerviosos por comprar a una empresa respaldada por el gobierno de EE. UU. No está del todo claro cómo se desarrollará esto.
Pero oye, no todo es pesimismo. Intel tiene efectivo ahora. No más esperar por hitos. Los clientes pueden sentirse mejor acerca de sus servicios de fundición.
La participación del gobierno podría ser un punto de venta. Los gigantes tecnológicos podrían acercarse a Intel para ganarse a Tío Sam. ¿Movimiento inteligente?
Softbank saltó justo antes del anuncio. ¿Coincidencia? Quizás no. Parece que sabían que algo se estaba gestando.
A pesar de la conmoción, las acciones de Intel subieron. Los inversores son optimistas. El próximo nodo 18A podría ser un cambio de juego.
Entonces, ¿cuál es la conclusión? Es un caso mixto. La fe del gobierno en Intel podría dar grandes frutos. O no. La verdadera prueba será atraer a los clientes de fundición. Si lo logran, los accionistas podrían tener una grata sorpresa.
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En un giro sorprendente, el gobierno de EE. UU. ahora posee el 9% de Intel. Convirtieron $8.87 mil millones en subvenciones de la Ley CHIPS en acciones. Cosas locas.
Los accionistas están en una montaña rusa. La dilución alcanza el 8.9%, incluso más con los $2 mil millones de Softbank. ¿Dinero fácil? No tan rápido. Esto tomó a todos por sorpresa.
Las ventas globales de Intel podrían verse afectadas. Algunos países podrían ponerse nerviosos por comprar a una empresa respaldada por el gobierno de EE. UU. No está del todo claro cómo se desarrollará esto.
Pero oye, no todo es pesimismo. Intel tiene efectivo ahora. No más esperar por hitos. Los clientes pueden sentirse mejor acerca de sus servicios de fundición.
La participación del gobierno podría ser un punto de venta. Los gigantes tecnológicos podrían acercarse a Intel para ganarse a Tío Sam. ¿Movimiento inteligente?
Softbank saltó justo antes del anuncio. ¿Coincidencia? Quizás no. Parece que sabían que algo se estaba gestando.
A pesar de la conmoción, las acciones de Intel subieron. Los inversores son optimistas. El próximo nodo 18A podría ser un cambio de juego.
Entonces, ¿cuál es la conclusión? Es un caso mixto. La fe del gobierno en Intel podría dar grandes frutos. O no. La verdadera prueba será atraer a los clientes de fundición. Si lo logran, los accionistas podrían tener una grata sorpresa.